El planeta está plagado de distintas formas de generar ingresos, muchas de ellas están en internet, otras se encuentran en prestar servicios a empresas privadas para que nos fijen una cuota mensual por nuestro tiempo y dedicación.
Pero cabe destacar que para todas estas cosas es realmente importante tener en claro que la práctica de la negociación es realmente clave para poder realizar una de dos cosas: o asegurarnos un cargo en una empresa o poder finiquitar la venta de uno de nuestros productos o servicios a un cliente propiamente nuestro, si bien en todas partes hay mucha competencia de todos los servicios o productos que se pueden ofrecer (comida, seguros, ropa, alcohol, etc.) siempre hay factores que marcan la diferencia entre tú y la competencia.
Y uno de los factores principales es tu habilidad para negociar, para ello exponemos varios puntos que pueden servir como piedra angular para poder escalar de una forma sustanciosa y las dejamos a continuación.
Asegúrate de crear un canal de comunicación directo con la persona que se encargará de comprar tu producto o solicitar tu servicio, ya que sabemos que lo último que te gustaría escuchar de la persona a la cuál le has expuesto todo tu plan de servicios es: “Déjame lo hablo con mi jefe y te llamamos en caso dado”. Es obvio que la información que tu brindas no llegará con la misma intensidad a oídos del responsable y esto puedo entorpecer el cierre de venta.
Escuchar mejor que hablar. Esta es una filosofía de éxito seguro, siempre que quieras vender un producto es ideal ser un oyente atento para poder dimensionar los requerimientos del cliente y en la forma en que quiere ser atendido. De esta manera puedes trabajar en tus mismos servicios para moldear la forma en que lo dices, siempre siguiendo el patrón de la sinceridad. En muchas ocasiones hablar de más puede ocasionar que una negociación se venga completamente abajo. Por este motivo en una negociación debes ser tú quien escuche y tú quien haga las preguntas.